23 enero 2006

Memorias de una Geisha

Esta semana me he tomado unas merecidas mini-vacaciones y me he plantado en Madrid de okupa en casa de quien amablemente me ha acogido ( gracias resalao! ;P). Y claro, como no podía hacer de otra manera, me fui al cine a ver una pelicula en V.O., cosa que por desgracia no se puede hacer en Coruña, salvo habas contadas. La elegida fue Memorias de una Geisha, de Rob Marshall.

Primero, y antes de ponerme a contaros qué me ha parecido y todo eso, debo aclarar que no me considero capacitada para analizar aspectos técnicos ni nada por el estilo ( lo mío es más la literatura, el cine lo dejo para Jeremy Fox), me limito a contar si me ha gustado o no y porqué, desde mi más neófita y humilde opinión. Y por otra parte, me encantaría poder compararos el libro de Arthur Golden ( Memoirs of a Geisha) y la película, pero éste no ha estado entre mis lecturas así que prometo intentar, de ahora en adelante, hacer esa comparativa cuando haya novela...

La película nos cuenta la historia de Chiyo, una niña que es vendida para trabajar en una okiya (casa de geishas). Su rebeldía, su belleza y sus impactantes ojos azules marcarán el devenir de su vida hasta convertirse en Sayuri (Zhang Ziyi). Su rivalidad con Hatsumomo (Gong Li), la protección que le brinda Mameha (Michelle Yeoh), y la relación especial que surge con el Presidente ( Ken Watanabe) son el hilo conductor de la difícil vida que le ha tocado vivir, sin posibilidad de elegir lo que quiere, sin opción al amor...

Reconozco que tengo un momento sensible y me ha emocionado la película y a todo ello ha contribuído en gran medida la música de John Williams, que sigue demostrando que es un grande de esto. Y claro, me ha gustado muchííísimo eso de poder oirla con las voces originales.

4 comentarios:

Alberto Abuín dijo...

Pues a mi me parece una peli correcta sin más, con un enorme problema. No emociona. Es una película sin alma.
Saludos.

Viola de Lesseps dijo...

Jeremy Fox me comentaba lo mismo. Yo es que reconozco que ultimamente estoy de un sensible subido, y me emociona cualquier cosa..., probablemente la vea en otro momento y me guste, pero no me llene.

Saludos

Anónimo dijo...

En mi blog hago una crítica a la peli también, por si te interesa. A mí tampoco me llega a emocionar, pero la música es realmente hermosa, como casi toda la que realiza este gran compositor, y no es una mala película. Lo que más me gustó fue el romanticismo con el que lleva un tema tan... ¿vulgar? en nuestra sociedad.

Un saludo!

Dcine dijo...

Es una película que pedía a gritos emoción y en que se queda...en una película que técnicamente es preciosa, destacando el diseño de producción y sobre todo la banda sonora de un John Willians en estado de gracia (este año se ha currado 4 bsos de tomo y lomo), pero con una dirección fría y distante.
No hay mas que ver el final del film, con el que debía llorar hasta el proyeccionista, y se queda en una conclusión fría, carente de la emoción necesaria y resuelta de un plumazo.
Muy bonita, pero sin alma.

Barry Collins