29 abril 2006

Hamlet, con Luis Tosar... otra vez

Pues sí, se me presentó la ocasión de ir a ver la representación de Hamlet de nuevo, y no quería perdermela... aunque mejor me hubiera sido quedarme en mi casa.

En ningún momento me voy a referir a la obra, de la cual yo ya hice mi comentario en su día, ni a los actores, simplemente, es que necesitaba desahogarme y poner claritas unas cuantas cosas. En resumen, necesitaba poner el grito en el cielo, criticar, rajar, como lo querais llamar, y para eso tengo un blog, no?.

Partamos del punto de que estoy a favor de que el teatro llegue a todo el mundo, de que no es un arte que sólo está al alcance de unos pocos, que me encanta que haya precios populares y representaciones en lugares a los que tradicionalmente no llegaba... pero todo en su límite. En este caso, el lugar de la tragedia (más que nunca una tragedia) fue el Edificio de Servicios Múltiples del Ayuntamiento de Culleredo (A Coruña).

Lo que ayer presencié (gratis en mi caso, precios populares para la mayoría) fue una tomadura de pelo de principio a fin, y repito que de todo esto quedan libres los actores y la obra en sí. Lo que sí quiero atacar es el hecho de que no entiendo qué necesidad hay de masacrar un montaje de esta manera, obligando a los actores a realizar su trabajo en un auditorio que parecía sacado de un colegio de la post-guerra, con el escenario a ras de suelo, con el público sentado en sillas de plástico acumuladas sin sentido, el club de jubilados jugando un campeonato de llave fuera, el avión de las 21 horas que llegó puntual, el tren que también venía dentro de la hora prevista... y con esa falta de educación por parte de la gente que acudió a verlo:


  • La chica de atrás, gran fan de Tosar, quiero creer, se paso toda la obra sacando fotos con su cámara digital último modelo, grabando videos y luego mirando si estaban bien.
  • Su acompañante, sacó su móvil a la primera llamada que le hicieron, y luego, ya que lo tenía en la mano, pues por qué no mandar mensajes a los colegas?
  • En la fila de delante, una señora bostezaba ruidosamente, muy ruidosamente, sin ningún tipo de pudor, como si estuviera en su casa.
  • La gente se levantaba al baño, levantando consiguentemente a toda la fila y con todo tipo de ruidos, y volvía realizando la operación contraria. Y también hubo quien se levantó y nunca más se sentó, porque decidió que así veía mejor.
  • Alguien, quiero creer que tan enamorado de Shakespeare que no se lo quiso perder, decidió llevarse a su bebé que hacia pucheritos alegremente en medio de la obra.
  • Hubo quienes decidieron que ya era hora de cenar y se fueron sin esperar al final.
  • Y esos pobres sufridores de actores, en las escenas que se hacían fuera del "escenario", tenían que pedirle permiso a los que se habían sentado por el suelo de los pasillos o por las escaleras, para poder continuar con su trabajo.


Y podría seguir así hasta mañana, o hasta pasado mañana, pero ya he quitado de dentro bastante de la ponzoña que me estaba envenenando. Por suerte yo la había visto antes, pero realmente lo sentí por aquellos que se acercaron a disfrutar del teatro y se encontraron con ese esperpéntico espectáculo, que espero que no les traiga secuelas.

26 abril 2006

¿Tim Burton en Galicia?

Este fin de semana aparecía en La Voz de Galicia la noticia de que la Fundación Caixa Galicia está en negociaciones para traer una muestra de dibujos y bocetos de Tim Burton, resultantes de la preparación de sus fantásticas películas de animación. Toda una agradable sorpresa que se vería culminada con la posibilidad de que el propio Burton viniera a la inaguración de dicha exposición.

Sin lugar a dudas esto sería otro gran acierto de los responsables de la Fundación tras las fantásticas exposiciones de Frida Kahlo en Santiago de Compostela y de Diego Rivera en A Coruña. Esta última en el ultramoderno edificio que se encuentra en los Cantones coruñeses y que a mí en concreto, me sigue horrorizando, tanto por dentro como por fuera.

Os mantendré informados.

23 abril 2006

Día del libro

Hoy era de recibo que yo tenía que publicar algo. Pero ocurre que, como todos, pasamos crisis de folio en blanco, que entre una cosa y otra no encuentras tiempo para sentarte a escribir nada interesante, y cuando lo encuentras, no tienes nada interesante que decir. No sé si me entendeis.

Me levanté con la idea de bajar a mi libreria favorita a comprarme un libro, pero al final desistí de la idea. Los compro todo el año, tampoco es que sea excesivamente necesario hacer dicho acto un domingo, que parecía amanecer con sol, e incluso con intento de primera tarde de playa (frustrada, eso sí, en cuanto pusimos los pies fuera del coche), y ni se me pasa, ni pasará nunca por la cabeza el leer El Quijote ( el año pasado tuve que leer obligada parte de un capítulo delante de un auditorio, en alemán, y aún tengo secuelas).

Y bueno, pues un Día del Libro sin libro nuevo, sin consejo de lectura, recordando eso sí la coincidencia que ha llevado a celebrarlo tal día como hoy. Sabreis, supongo, que es el Día del Libro porque, tal día como hoy de 1616, murieron Miguel de Cervantes y William Shakespeare. Es más, Shakespeare había nacido ese mismo día de 1564.

No obstante, esta coincidencia de fechas de fallecimiento viene dada por la utilización de diferentes calendarios. En España ya estaba en vigor el calendario Gregoriano, mientras que en Inglaterra todavía se guiaban por el calendario Juliano. Siguiendo el primero, la fecha de la muerte de Shakespeare sería el 3 de mayo.

Pero los astros parece que han querido que el 23 de abril también desaparecieran Molière, Garcilaso de la Vega y Josep Pla. Coincidencias que se dan.

No obstante, algo de literatura ha habido en este domingo de asueto. Por imposición, aunque ha resultado un placer, terminé de leer un libro cercernado, de lectura gradada para estudiantes de idiomas, puesto que desde hace unos años mantengo una lucha encarnizada con el idioma alemán. Effi Briest, de Theodor Fontane, retrato de una joven en la sociedad aristócrata de la Prusia de Bismark, que casan siendo una niña y que tiene una vida bastante desgraciada. Decir que Thomas Mann comentó que si tuviera que dejar un sólo libro en su biblioteca, sería Effi Briest. No me gusta leer novelas gradadas, nunca me ha gustado, se notan demasiado los cortes, pero mi alemán es tan rústico, que no podía ser de otra manera.

Espero que vosotros hayais disfrutado del día.

11 abril 2006

Libros iniciáticos

El Diario 20 Minutos hilaba ayer el 60 aniversario de la publicación en francés de El Principito un artículo sobre los grandes clásicos de la literatura infantil y juvenil, separados por edades y grandes obras que efectivamente no deben de faltal en la biblioteca de todo lector neófito.

Voy a dejar de lado a Saint-Exupéry, (que eso es harina de otro costal, algún día hablaré largo y tendido sobre él), y comentar esos libros que, efectivamente, han marcado mi infancia y juventud, que aún cojo de vez en cuando y compruebo que me siguen emocionando como el primer día. De los que se comentan en el artículo, me encantaría destacar los siguientes:

Y voy a parar, porque aunque continuara durante horas, siempre me dejaría algo en el tintero, porque ahí estan los relatos de Edgar Allan Poe, Sherlock Holmes, Las Mil y una Noches... y ya, en mi "madurez" Harry Potter.

Ahora es vuestro turno, contadme qué libros os han marcado, qué no faltará jamás en la biblioteca de vuestros hijos, primos y sobrinos.

07 abril 2006

Nuevas ilusiones

Ha llegado el momento de compartir con vosotros mis nuevas ilusiones. Supongo que ya los conocereis, puesto que ambos son lectores de esta dama inglesa, y suelen alegrarme la vida con sus comentarios. Blogs bien distintos los suyos, pero enormemente aconsejables.

Si lo que os apetece es leer el diario de un novisimo petulante, sus impresiones e impertinencias, pues ahí teneis a Edu y sus Molèculas Inestables. Comenta con acidez la actualidad, y todo aquello que pueda surgir en su cabeza. Orgulloso nativo del más grande barrio, su disertación acerca de ciertas camisetas imperecederas es digna de mencion.

Mi otra ilusión es el Dr. Strangelove, que en su diván consigue sentar a los personajes más interesantes que uno se puede imaginar y de los cuales extrae sorprendentes declaraciones. Todos buscan ayuda en los momentos difíciles y la encuentran en este Dr. de exquisito gusto por el cine. Llamad pues a la puerta de su Gabinete.

05 abril 2006

La Tierra Baldía

Tras días sin publicar nada, de apatía, o descanso tal vez, recordé gracias a las locuras del clima que ya tenemos aquí el mes de abril, y me vienieron a la cabeza las líneas iniciales de un poema que leí hace ya tiempo y que recuerdo estudié con interés y devoción:


April is the cruellest month, breeding
Lilacs out of the dead land, mixing
Memory and desire, stirring
Dull roots with spring rain.
Winter kept us warm, covering
Earth in forgetful snow, feeding
A little life withe dried tubers.
Summer surprised us, coming over the Starnbergersee
With a shower of rain; we stopped in the colonnade,
And went on a sunlight, into the Hofgarten,
And drank coffee, and talked for an hour.
Bin gar keine Russin, stamm' aus Litauen, echt
deutch.
And when we were children, staying at the arch-
duke's,
My cousin's, he took me out on a sled,
And I was frightened. He said, Marie,
Marie, hold on tight. And down we went.
In the mountains, there you feel free.
I read, much of the night, and go south in the winter.




En 1922, el mismo año en que James Joyce publica su Ulysses, T.S. Eliot saca a la luz La tierra Baldía ( The Waste Land), uno de los poemas más famosos y sobre el cual más se ha escrito del siglo XX. Las 433 líneas que han influenciado la poesía modernista. Está estructurado en 5 partes:

1. El entierro de los muertos.
2.Una partida de ajedrez.
3. El sermón del fuego.
4. Muerte por agua.
5. Lo que dijo el trueno.

Las cuatro primeras se corresponden con los cuatro elementos clásicos griegos: Tierra, Aire, Fuego y Agua. A lo largo de estas maravillosas líneas nos habla del declive de la civilización y del hecho ya conocido y recurrente de la imposibilidad de recuperar el tiempo pasado. Todo el poema está jalonado y repleto de alusiones y citas de grandes: Baudelaire, Webster, Dante, Milton, Ovidio, Shakespeare y citas Bíblicas, sólo por citar una pequeña muestra. Sin olvidar que la mayoría de éstas se hacen en su lengua de origen. Su complejidad y simbolismo es enorme y se publicó seguido de unas notas aclaratorias que en cierta manera ayudan a entender las metáforas ( o no).

Se lo dedica a Ezra Pound, artífice final de La Tierra Baldía puesto que lo leyo y ayudo a su corrección, prononiendo cambios y anotaciones. La dedicatoria inicial, repitiendo la que Dante hiciera en su Purgatorio a Arnaut Daniel: For Ezra Pound il miglior fabbro ( Para Edra Pound el mejor forjador)

De lectura nada fácil, pero realmente curioso e interesante, os invito de nuevo una incursión en la poesia. T. S. Eliot se merece que lo intenteis al menos.

Como siempre, en el primer comentario, la traducción al castellano.