Todos tenemos un lugar en el que perdernos y aislarnos con nuestros sentimientos. Un sitio en el que poder aclarar nuestra mente y hacer que cree o simplemente descanse. Da igual que sea un sitio paradisíaco o un rincón de nuestra ciudad en el que consigues resetear y olvidarte de todo, empezar de nuevo y sentirte solo y protegido. Un lugar para pensar.
La Fundación Luis Seone de A Coruña, en una deliciosa exposición, nos enseñó esos lugares secretos de muchos genios, esos rincones en los que se escondían a crear y abrir su mente para luego compartir con el mundo grandes obras maestras. Seguro que fueron tratados de ermitaños, de locos o de asociales. A quién no le ha pasado cuando dices que necesitas estar solo y pensar y que no te molesten. Que nadie os engañe, la soledad elegida es sana si sabes controlarla.
Virginia Woolf tenía en Rodmell una cabaña. Sin baño y sin agua caliente, sólo tenía paredes y ladrillos y ratones y tormentas, pero amaba aquella cabaña. Afirmaba que "una mujer debe tener dinero y una habitación propia si desea escribir ficción" Ella lo consiguió y nos legó grandes ficciones y recuerdos y también la tristeza que suponía alejarse de su rincón seguro.
A la vuelta de Rodmell, la depresión siempre se agudiza. Quizá la fiebre persistente sea la causa de mis altibajos. Pero los diez días en Rodmell se me han pasado sin sentir. Allí se vive para el espíritu. Me deslizo con naturalidad de la escritura a la lectura, y, entre ambas, paseo, paseo a través de las altas hierbas de las praderas o de las colinas. Y así, desde luego, se produce, a la vuelta de Rodmell, un vacío; y la razón del vacío se olvida, como se olvida lo que contiene el vacío".
Virginia Woolf, A moment's liberty. The shorter diary.
Dylan Thomas construyó en 1949 una cabaña en un escarpado lugar junto al mar, elevada sobre pilares. Parecía frágil, pero la fuerza que transmitía su interior era grande. Las paredes estaban recubiertas de Lord Byron, Whitman, W.H. Auden, un Modigliani... rodeado de tanta creación es normal que las musas lo ayudaran a abrir su mente. Bendita soledad que nos regaló cosas como esta:
Lie still, sleep becalmed, sufferer with the woundIn the throat, burning and turning. All night afloatOn the silent sea we have heard the soundThat came from the wound wrapped in the salt sheet.Under the mile off moon we trembled listeningTo the sea sound flowing like blood from the loud woundAnd when the salt sheet broke in a storm of singingThe voices of all the drowned swam on the wind.
Paradójicamente, el lugar para pensar más famoso del mundo, la cabaña del estanque de Walden, en Concord, no aparecía en la exposición, pero tuve la suerte de visitar el pueblo hace un tiempo. El hablar de ello es una cuenta pendiente. Un lugar pequeño aún ahora, pero un polvorín histórica y literariamente hablando. Algo se tenía que respirar en aquellos bosques porque la creatividad fluía de manera inexplicable.
"Me fui a los bosques porque quería vivir pausadamente, enfrentarme únicamente a los hechos esenciales de la vida, y ver si no podía aprender lo que tenía que enseñarme, y no, cuando me llegara la muerte, descubrir que no había vivido. No deseaba vivir aquello que no era vida, vivir es tan preciado; tampoco deseaba practicar la resignación, a menos que fuera totalmente necesario. Quería vivir intensamente y extraer todo el tuétano a la vida, ..."
Henry David Thoreau, Walden o la vida en los bosques
Quiero irme a los bosques, quiero paz, quiero esa habitación en la que escribir ficción, o escuchar un mar silencioso una noche entera. Sigo buscando ese rincón único en el que estar a solas con mis pensamientos y recuperar costumbres creativas que se han ido anquilosando. Volver a ser yo por momentos.
2 comentarios:
El nombre del blog no debería ser 'La Duodécima Noche' o 'La Decimosegunda Noche', pero no la doceava.
Una doceava es el resultado de dividir una unidad en doce partes, cuando tú lo que quieres decir, se supone, es que es 'La 12ª noche'.
Perdón, en mi anterior comentario sobra el 'no' entre 'blog' y 'debería'. Disculpa el error.
Publicar un comentario