Este es el hilo argumentativo de Diario de un hombre de cincuenta años, una novela corta del gran Henry James, escrita en 1880 entre las dos maravillas que son Daisy Miller y El Retrato de una dama. Relato tremendamente breve, 108 páginas, pero en las que los diálogos y las reflexiones te atrapan desde un primer momento.
"Tenía una niña pequeña —continué—, y la niña era muy rubia, como la madre;
y madre e hija tenían el mismo nombre: Bianca —me detuve y me quedé mirando a mi acompañante, y éste se ruborizó ligeramente—. Y Bianca Salvi —seguí— era la mujer más encantadora del mundo —él se ruborizó un poco más, y yo apoyé mi mano en su hombro— . ¿Sabe por qué le digo todo esto? Porque usted me recuerda a mí mismo cuando la conocí; cuando la amé."
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