23 febrero 2008

Los chicos del Coro

Ayer por la noche tuve la suerte de ir al Teatro Colón a ver a Los Chicos del Coro (Les Petits chanteurs de Saint Marc de Lyon) y les puedo asegurar que fue una noche fantástica. Dirigidos por Nicolás Porte, aquel que decidió presentar a esta coral a la prueba para la película de mismo nombre, dieron un concierto magistral de voces angelicales, que empezaron con el Vois sur ton chemin, una de las canciones nominadas a los Óscars 2004. Fue aquel año en que Beyonce destrozó unas cuantas de las nominadas y el premio se lo llevó Jorge Drexler por Al otro lado del río, de Diarios de motocicleta, aunque no se la dejaran cantar y lo hiciera Antonio Banderas.



Si se fijan bien, en el coro está Jean Baptiste Maunier, el niño protagonista de la película y de los pocos que realmente pertenecían al coro.

20 febrero 2008

Killers kill, dead men die.

La edición de marzo de la revista Vanity Fair es la Hollywood Issue en honor a la Ceremonia de los Oscars. La de este año está llena de geniales reportajes dignos de mención, como el homenaje a Hitchcock del que ya han hablado en Blog de Cine, o Los Oscars del Vietnam, o las fabulosas portadas de Annie Leibovitz. Pero yo quiero hacerme eco de la genial "película" de cine negro Killers kill, dead men die de la edición de marzo del 2007 ( yo siempre con lo último, je je). Una estrella muerta, duros detectives investigando, sospechosos que van desde Helen Mirren a Forrest Whitaker, huérfanas como Abigail Breslin, coristas como Penélope Cruz, boxeadores, Judi Dench, Robert De Niro, Robert Downey Jr., Kirsten Dunst, Aaron Eckhart, Djimon Hounsou, Jennifer Hudson, Anjelica Huston, Rinko Kikuchi, Jack Nicholson, Bill Nighy ... mejor que lo vean ustedes mismos... Cine negro del bueno.





Siento que no esté subtitulado, pero la historia está escrita bajo las fotos si van a la edición digital de la revista.

17 febrero 2008

La especialización

Un ser humano debería ser capaz de cambiar un pañal, planear una invasión, despiezar un cerdo, ensamblar una barca, diseñar un edificio, escribir un soneto, hacer un balance, levantar una pared, expresarse en otro idioma, remendar un hueso roto, confortar a un moribundo, obedecer órdenes, dar órdenes, cooperar, actuar en solitario, resolver ecuaciones, analizar un nuevo problema, esparcir estiercol, manejar un ordenador, cocinar una comida sabrosa, sufrir con entereza y luchar eficientemente.La especialización es para los insectos.

Robert A. Heinlein (Tiempo para Amar, 1973)

07 febrero 2008

¿Una segunda oportunidad?

Imaginen que la vida les proporciona la oportunidad de ver de nuevo lo que les pasó hace muchos años; que encuentran a un joven en la misma situación que usted cuando tenía su edad, a punto de cometer un error, a punto de dejarse destrozar. ¿Qué hacen? ¿Lo advierten de lo que está por venir? o por el contrario, observan si terminará igual que ustedes?

Este es el hilo argumentativo de Diario de un hombre de cincuenta años, una novela corta del gran Henry James, escrita en 1880 entre las dos maravillas que son Daisy Miller y El Retrato de una dama. Relato tremendamente breve, 108 páginas, pero en las que los diálogos y las reflexiones te atrapan desde un primer momento.

"Tenía una niña pequeña —continué—, y la niña era muy rubia, como la madre;
y madre e hija tenían el mismo nombre: Bianca —me detuve y me quedé mirando a mi acompañante, y éste se ruborizó ligeramente—. Y Bianca Salvi —seguí— era la mujer más encantadora del mundo —él se ruborizó un poco más, y yo apoyé mi mano en su hombro— . ¿Sabe por qué le digo todo esto? Porque usted me recuerda a mí mismo cuando la conocí; cuando la amé."