Eran los noventa, primeros años de facultad, gentes tímidas luchando para entender y empezar a amar la literatura inglesa, anglos, jutos y sajones, mitologías grecolatinas, invasiones normandas, Enrique VIII y "i-mutation". Allí se conocieron Viola y Pepedante.
Entrar en Un caos muy preciso es entrar en un orden inexistente que te lleva a la calma y la desazón a la vez, al desorden y a la organización, a la música y al cine, a la poesía y a la imagen. Entenderán entonces que se haya vuelto una de mis ilusiones.
3 comentarios:
Se agradece, pues me ilusiona que te ilusione. :-)
No olvides que en la facultad, entre anglos, normandos y demás Shakespeares, también sufríamos nuestros peligros y avatares. No hará falta que te recuerde profesores con barriga farfullando cosas incomprensibles o personajes armados con paraguas dispuestos a golpearte si no suben de primero en el bus. En fin, qué momentos
Eran tiempos, eramos jóvenes... y aquel bus rompía límites de velocidad...
Su sitio en la Noche lo ha ganado a pulso.
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Nos leemos ;)
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