Llevo tanto tiempo sin actualizar esta noche que me ha costado quitarle las telarañas. La verdad es que tenía esto como un solar y sin arreglar y dudo mucho que la gente siga pasándose por aquí en busca de un rato de lectura... pero hoy tenía el alma teatrera y he empezado a limpiar y aquí estamos.
Casi diez años llevo trabajando en un teatro. Bueno, no, en un edificio en el que hay un teatro, pero sin tener más relación con él que acercarme cuando puedo a ver obras y conciertos. Siempre como espectadora, de platea, que una tiene sus manías. Desde mi oficina en ocasiones se escuchan los ensayos matutinos y las pruebas de sonido del espectáculo de la tarde, y salvo miradas furtivas al interior cuando están descargando los escenarios no lo conocía por dentro de verdad. Hoy puedo decir que conozco todos sus secretos.
Aprovechando que el Día Mundial del Teatro tuvimos la oportunidad de conocer las tripas y el corazón del Teatro Colón de la mano de Valentín y salimos más que encantadas. Diez años trabajando por encima y hoy lo vi desde el sótano hasta el tejado. Impresionante la vista desde el peine, 22 metros sobre el escenario, no apta para gentes con vértigo.
Mi infancia está ligada a tardes de cine con mi familia en ese teatro. Creo que si cierro los ojos puedo saborear las avellanas que me compraba mi madre antes de sentarnos y aún recuerdo el estreno de E.T. El bueno de Jeremy Fox aún recordará cuando fuimos a ver en manada '¿Quién engañó a Roger Rabbit?' El pequeño secreto: yo salí tres veces a ese escenario, dos a bailar y una a casi cantar.
Me apasiona el teatro, me fascinan los actores que se atreven al directo más real que puede existir y gozo cada minuto de cada obra que voy a ver. Desde hoy, tras ver las luces, las alturas, los camerinos, el foso de la orquesta, el maravilloso piano escondido, las cortinas y las cornamusas lo aprecio aún más si es posible. Nunca eres consciente de todos los que trabajan ahí hasta que lo ves como yo lo he visto hoy. Fascinante.
Disculpen mi verbo poco fluido en esta vuelta a la Noche, una ha perdido la mano para escribir de cosas serias, pero hoy la ocasión lo merecía. Quién sabe si estas palabras mal organizadas servirán para resucitar a esta página no-muerta.
Vídeo | Teatro Colón
1 comentario:
Inolvidables tardes de cine en el cine y en la tele. Qué grandes recuerdos!! pobre botita!! ;)
Muchos besos Viola, se te echa de menos.
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