En Nochebuena, justo después de los empachos y recogida la mesa, Cuatro tuvo otra vez la feliz y brillante idea de deleitarnos con la emisión de La Vida de Brian, la visión más ácida de las Navidades. Toda una maravilla que nunca me cansaré de ver, que consigue que termine con agujetas de tanto reirme a pesar de saberme casi de memoria todos los diálogos, y que hace que reafirme mi idea de lo grandes que son los Monty Python.
Pensando en lo que ha sido este año que termina, no especialmente bueno la verdad, pues nada mejor que pensar en positivo, en desear que venga lo mejor para todos y claro, la manera de conseguirlo es mirando siempre el lado brillante de la vida. Así que de todo corazón, feliz año 2008.
1 comentario:
Fifiu
fifiú fifiú fifiú
(estaba intentando silbar la cancioncilla) Feliz año!
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