09 octubre 2006

Esos libros...

Vuelvo por mi noche tras una larga ausencia. Todavía hay alguien ahí?....

He tenido unas merecidas vacaciones ( no soy yo la indicada para emitir tal valoración, pero las merecía), sin visita a lugar paradisíaco, pero sí con un aumento de mi cultura museística gracias al Museo del Traje y el Centro de Arte Reina Sofía. Por supuesto, miles de gracias a mi anfitrión pirata y también resultó muy agradable el volver a ver al bueno de Jerome, con el que quedan pendientes unas caipirinhas.

Pues con las pilas cargadas, debo reincorporarme a la tarea de intentar llevar un blog, y creo que es el momento de hablar de algo que llevo tiempo retrasando.

Muchas veces he comentado, incluso en cubierta de La Hispaniola, que tengo una especie de intolerancia por ciertos libros que se consideran grandes y de los que muchos afirman ser seguidores. Sé que con esto puede que cree polémica, pero por qué no hablar de ello? Empezaré fuerte...


  • El Quijote, de Miguel de Cervantes... la consabida obra cumbre del castellano. Lectura obligada en colegios de siempre... En ningún momento niego su calidad, ni su originalidad, y capto perfectamente su desmitificación del género de caballerías... pero me aburre soberanamenteeeee... La razón, que los sistemas educativos tienen que ser conscientes de que un prepúber no va a ser capaz de leerse el castellano antiguo, a lo bestia y disfrutarlo. Es que es imposible que se asimile... Lo intenté de nuevo en el instituto, dos años seguidos, y como una era una estudiante abnegada, lo leí las dos veces... pero os puedo asegurar que sufrí... y el año pasado hice un último intento... y tampoco lo toleré...

  • El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry. Lo leí cuando era una niña, y no lo entendí, me aburrió, por más que la persona que me lo había regalado era una enamorada del mismo... y hace unos cuantos años era lectura obligatoria en 3º de Francés de la Escuela de Idiomas, no veais que sufrimiento... lo que me costó acabarmelo... Me parece un niño repelente que no dice más que tonterías.

  • Y por último, La vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, del Laurence Sterne. Me lo tuve que leer en la carrera. Bueno rectifico, intenté leerlo en la carrera, creo que debió de ser el único que no terminé ( os he dicho que siempre he sido una estudiante abnegada). Innovador, único en su género, adelantó cosas que más tarde tocaría el Ulysses, pero inconexo, para mí vacio y sin sentido, aburrido... consiguió que no tuviera ni ganas de pasar de la página 100, y considero todo un logro haber llegado hasta allí. No obstante, sí que me encantó A Sentimental Journey, el considerado epílogo de la primera obra.

Los tres están en mi biblioteca, los tres han tenido sus intentos ( Tristram solo tuvo uno, pero me he prometido hacer otro), y puede que les vuelva a dar otra oportunidad, pero de momento, están para mí en la lista de proscritos, otros irán de momento por delante. Evidentemente no animo a su lectura, pero tampoco hago apología de su odio y no los desaconsejo.

Ahora es el momento de pedirles su comprensión por mi "intolerancia"

8 comentarios:

Unknown dijo...

Bienvenida de nuevo mi estimada dama. No te apures por tu "intolerancia", es comprensible. Yo tengo muchos más libros de este tipo, considerados fundamentales que no he podido con ellos. Estoy seguro que no eres la única a la que le ocurre. Y si profundizamos encontraremos muchos más.

Un saludo cordial.

Tu doctor.

Anónimo dijo...

Observo que el fastidio por estos libros se relaciona con la tediosa obligación de leer para aprobar un examen, hacer un trabajo, pasar de curso. En fin, cómo lo comprendo. Yo también odio un buen puñado de obras clásicas que tuve que tragar, masticar y regurgitar sobre papel de examen. En cambio leí con delectación todo lo demás, leí mucho y con grave merma de mi rendimiento escolar. Podría haber dicho que mis lecturas se vieron perjudicadas por lo mucho que leía. jéjé
saludos (y me encanta el Tristam Shandy)

Pol dijo...

Hola! bienhallada!

Lo del Quijote lo apoyo incondicionalmente...recuerdo que tuve que hacer un mega trabajo para el instituto...Creo que teniamos que hacer un resumen de las dos partes...de la primera lo copie integramente de no se quien y de la segundo me limité a ver la pelicula de Fernando Rey y Alfredo Landa...
El Principito solo me lo he leido una vez...me resulto normal...aunque sí que valoro su contenido.

Para mí libros admirados y que me aburren destacaría El Alquimista que no he sido capaz de acabar...cosas de la vida:P

Saludos británicos!!

PepeDante dijo...

Yo no he podido con "El amante de Lady Chatterly", y eso que en su momento fue un escándalo y libro prohibido y todo eso. En lo de Tristram Shandy estoy contigo, yo tampoco he podido, aunque es posible que debiéramos reconsiderarlo... si no fuera que tiene tantas páginas y yo estoy con tan poquita paciencia...
Me alegra verte por aquí otra vez.

Viola de Lesseps dijo...

Gracias a todos por vuestra comprensión.

Doctor, por supuesto que han quedado más en el tintero, pero decidí quedarme con estos tres, había que reducir "odios"

j.addams Sé de su gusto por Tristam, respetable, y normalmente el odio hacia algo impuesto también da a veces sorpresas, porque algo que comienza así termina siendo muchas veces inolvidable.

Pol So nice to read you again!!!!!

Pepedante De algunos libros habremos hablado mal usted y yo, y de muchos bien también... muchos nos han deprimido y muchos nos han alegrado...

Anónimo dijo...

Un gran clásico, El Lazarillo de Tormes, tiene el dudoso honor de ser el único libro que me ha provocado arcadas reales. Todo ese rollo que se traía con la comida me sentaba realmente mal.

Otro de mis clásicos odiados, más próximo en el tiempo, es Salinger en general y El guardián entre el centeno en particular.

Viola de Lesseps dijo...

A mi el Lazarillo de Tormes me provocó, supongo, lo contrario que a los demás, y fue una compasión por el ciego al final... El Guardian en el Centeno es peculiar, pero me reconozco fan, aunque cuando lo lei fue en gallego... ahora esta en la lista de espera de "relecturas" en su original.

Saludos.

Anónimo dijo...

The Catcher in the Rye tiene el rollo del niño repelente, pero es que a ese libro hay que pillarle el truquillo, y de hecho tiene algunas ideas de fondo bastante interesantes.
He tenido alguna que otra discusión con Edu sobre ese tema.
Por lo demás, coincido con Tristram Shandy, y añado a la lista de peñazos el inefable Ulysses.
Pero El Principito me gusta :-)