17 julio 2006

Cuando el calor te derrite

No se a vosotros, pero yo hoy estoy que no puedo ni pensar. Me agota. Me hace sudar. Intento leer, y lo que normalmente suele ser refrescante, el delicioso ruído de las hojas al pasar, me fatiga, me hace sudar. La mera idea de sentarme en el sofa y ponerme a ver una película me da calor. Estoy derritiéndome poco a poco.

La playa, eso, si Lady Viola renació de nuevo como Cesario de las aguas de una playa de Iliria, debería intentarlo de nuevo. El mar, mi fresco mar. Traje de baño y agua, agua fresca, notarla contra mi piel. No tocar la arena, que abrasa cual suelo infernal. Perderme en el mar.



Voy a hacerlo, mi Orzán me llama. Entendereis entonces mis ausencias.

Quizás, al llegar de nuevo la noche, fresca y con las ideas claras, pueda escribir algo más lúcido.

3 comentarios:

Unknown dijo...

Lo del calor este que nos aplasta es subyugante al extremo. Nos limita en nuestras acciones, nuestros horarios, nuestros hábitos, nuestra alimentación y hasta nuestra vida se convierte en otra adaptada a los abrasante rayos del sol.

Me alegro verla, a pesar del sofoco, viva y coleando. Ya echaba de menos a mi dama favorita.

Un beso

Viola de Lesseps dijo...

Mi querido Doctor, es usted mi más fiel seguidor. Un alago que me eche usted de menos en mis ausencias. Anulada me tiene el calor.

Calurosos besos.

Estimado Fredo, no dudaba de su capacidad para recordar esta dirección y me ha alegrado su visita.

Noctunos saludos de esta dama.

Pol dijo...

No te derritas del todo...seguiremos por aquí a pesar de las ausencias...

"Siempre nos quedará...Lesseps" ;)