18 junio 2010

Anger

Anger is like
A full-hot horse, who being allow'd his way,
Self-mettle tires him



King Henry VIII, Act. I, Sc. 1

La ira es un caballo fogoso, si se le da rienda suelta se agota por exceso de ardor


Enrique VIII, Acto I, Escena 1



Porque hay días en los que se siente correr la ira por las venas, porque más bien apetece reaccionar como otros, aunque siempre llegue la calma... pero cada vez aumentan más las ganas de huir de todo.

01 junio 2010

Veinticuatro horas en la vida de una mujer

¿Usted no encuentra, pues, odioso, despreciable, que una mujer abandone a su marido y a sus hijas para seguir a un hombre cualquiera, del que nada sabe, ni siquiera si es digno de su amor?¿Puede usted realmente excusar una conducta tan atolondrada y liviana en una mujer que, además, no es ya una jovencita y que ni siquiera por amor a sus hijas hubiese debido preocuparse de su propia dignidad?

Stephan Zweig, Veinticuatro horas en al vida de una mujer


Una pregunta. Una reacción a unos hechos que convulsionan una tranquila estancia en la Riviera son el detonate de otra historia, maravillosamente contada, de un secreto que necesitaba algo así para salir a la luz. Hay tantas razones por las cuales una persona actúa impulsivamente, son tantos los motivos por los que todos en un momento sentimos la necesidad de hacer o no hacer algo que marcará nuestras vidas para siempre, para bien o para mal. Justo es no juzgar, no opinar si no se conoce la historia al completo... y nunca se conoce.
Stefan Zweig ha conseguido conmoverme con su manera de poner palabras en boca de Mrs. C., una vieja dama inglesa con una vida marcada por 24 horas y un secreto que pudieron cambiarlo todo. Y de igual manera esa dama reaccionó y liberó su alma, este relato ha conseguido desbloquear las ganas de escribir de esta otra dama, que también tiene sus secretos y sus tormentos.